Letras partidas a cuchillo, sangrantes sobre una tabla virtual. Cáscaras de remolacha, semillas y frutas danzando circularmente en las manos... incluso fuera de nuestros propios bordes, los sabores se desparraman por la mesa e invaden con su aroma el resto de las habitaciones
lunes, 31 de octubre de 2011
Codicia
¿Es mala la codicia? Más allá de ser tildada como pecado por la Iglesia, paece ser una forma de mirar hacia el futuro y a la vez un miedo a que sea una utopía. Sufro de codicia, una nueva y desconocida para mí, no sé como manejar las imágenes que se gestan a mi alrededor. Tengo las manos manchadas de codicia. Tengo los ojos teñidos de codicia. Tengo el corazón inundado de codicia. Respiro codicia. Te deseo, Codicia, más de lo que quiero admitir y más de lo que te digo cuando me enfrento a tus palabras, a tus ojos, a tu piel. Sos una musa, y yo un simple antropobúho que quiere volar de una vez por todas. Y, a pesar del amor que siento, sólo te puedo llamar Codicia.. Pero con Mayúsculas...
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario