sábado, 26 de abril de 2014

El espejo se equivoca. Refleja un mundo de fantasía, refleja utopías, refleja reflejos que no muestran la verdad. Las respuestas no las tiene el espejo, porque es una ilusión, una mentira de nuestra mente; las respuestas están donde el viento sopla y las piedras enmudecen, donde los colores duran segundos y si buscás la cámara desaparecen, son instantes donde se entiende que uno está vivo, respira y suspira.
Me pasé mucho tiempo en mis pozos, donde nada me toca o ilumina, donde está frío pero no quema. Y ahora, que quiero desplegar mis alas, pero no las de mi mente que tan lejos llegaron, sino las de verdad, me encuentro con un cuerpo entumecido, torpe, olvidado y débil. Por sobre todo débil. Es tiempo de aprender a volar. Mis ojos están listos para ver el mundo desde lo alto, sólo necesito plumas y alguien que sople.

"Tristes, redondas, inocentes gotas. Adiós, gotas, adiós"