miércoles, 2 de noviembre de 2011

Caulle y los silencios domésticos



Frío. Luna. Lluvia.
el lago vuelto arena
la sonda, los remedios
risas, chistes, burlas. Dolores
El amor que me visita
o me sorprende en un pasillo
los platos sucios, el olor canino
las fiestas, las medialunas saladas
(siempre)
Piel de gallina. Olor a sexo en mi cama.

El mundo que se cae y yo escribiendo.

Pensando en una beca, en un proyecto,
en el trabajo para teoría
teoría de la vida sin vida.

Sociedad que me chupa, me arrastra,
para dejarme en la orilla de un lago
contaminado por la propia naturaleza.

Mi memoria se llena de cenizas
sufro, quisiera llorar
pero no me sale. Las distancias.

De tu casa a la mía
de una semana a otra
del bosque al cemento
del bolsillo al estómago
y de las plantas de los pies
hasta el infinito mundo
de las estrellas fugaces.

Relámpagos. Eclipse. Trasnoche.
Yo como ella, náufraga
envuelta en un vaivén inseguro
aferrada de una lapicera
hundiéndome en un mar de dudas.

Entonces intento escribir desde otro lugar, me retuerzo, me abrigo, me destapo. Escucho el silencio de mi cuerpo entre la lluvia que choca el techo. Escucho los ruidos de la casa y creo historias. Invento días, sueños, melodías y almuerzos. Para seguir un poco más. Para creerme afuera de la isla. Estas palabras son hoy mis señales de humo… es probable que pronto sea demasiado tarde. Estoy aprendiendo a nadar para irme algún día. No estoy preparada aún. No sé qué es, pero algo me falta, es una intuición que tengo. No recuerdo dónde dejé mi último paso, ¿cómo podría encontrar el siguiente? Estoy jugando a ser muchas, pero no me escapo de La Colombina. Ella siempre regresa, sobretodo en luna llena. Llena y vacía. Vuelve y pregunta. Se ríe mucho y pinta y baila. Me destroza y se va, como un fantasma, al amanecer. Sólo queda su espectro, un hálito de luz que hace la cama fosforescente. No puedo conciliar el sueño y escribo para no pensar, para no sentirme mal. Para no responderle a sus miradas inquisidoras y punzantes.

Basta.

3 comentarios:

Gabi Arias / Alicia Pez dijo...

mi querida, te invito a nadar conmigo, puedo enseñarte lo que se al respecto.
El lago no está contaminado; el domingo me metí y nadé un poco

Veredicto: Dulce como jugo de frutas

Anónimo dijo...

Para caer en el abismo no es preciso tener mesura, es menester caer sin sostén, los ángeles igual están. Si tu vida está cargada de febrilidad, aumentala hasta que la rueda de la bici se suelte y ocurra el accidente más inoportuno para todos, los de la sociedad, el de quedar confundida en la quietud. La luna es el símbolo de la naturaleza que es memoria del vacío, parece dura y fría, pero tiene sabor de queso, los quesitos con vino de un compartir que pasa pocas veces con poca gente, el compartir genuino. Parece implacable pero en realidad es compasiva, eligió ser la luz de la noche bajo la humildad de ser un reflejo. Mueve las aguas de los océanos, del mundo entero, de nuestros cuerpos, para que recordemos el río, el hilo de vida que tiene un destino. No tengas miedo de llorar, peor es tener miedo a reír. No te preocupes por los disfraces, hay quienes ya los descubrieron, aunque parezcan también disfrazados, en silencio saben que todos padecemos lo mismo, buscamos lo mismo, y venimos del mismo lugar. No seas ingenua, no estas lista para partir, todo esto ni siquiera empezó. Es propicio tomar vacaciones en el mar, pero al lago es más difícil de llegar, está sereno y claro, traslúcido: dentro tuyo. Hace un tiempo tuviste la osadía de dibujarlo: en la próxima visita que la colombina se quede más tiempo.

Malvis dijo...

¿¿Veredictos?? Mmm, no, esa palabra me huele a prejuicio de juzgado. Te extraño tanto... más de lo que imaginas y pienso q a lo mejor Tú Colmbina, esa que vos misma generaste, que vio la luz a través de tus ojos, no es tan mala como parece ser. Me sumo al "que se quede" es necesaria para vivir mejor, todos somos ella, todos vivimos con ella. Sonreí pero felíz de verla en tus espejos, no x que otros te lo digan. Su escencia es tu alma, tu gran amor. No la dejes escapar... Te quiero mucho amiguita-hormiguita y te extraño