domingo, 24 de junio de 2012

Teoría de estrellas

Sssssshhh.... Los árboles susurran, el aire lo oculta. Caminan tan preocupados, estos ántropos tan raros, suspirando deseos y resignando sus cuerpos al flujo cotidiano comúnmente conocido como rutina. Estamos siempre tristes, aunque sea una pequeña cantidad de incomodidad en la punta de nuestros pies. Esto se debe a que perdimos las raíces. Todos lo sabemos. Pero ya es algo que está hecho, que no podemos cambiar, una parte de los tantos granitos de arena que nos convierten en una gran montaña de polvo. Porque ya un día nos dijeron "Del polvo venimos, y al polvo vamos". Y si nos creemos polvo, si admitimos y nos resignamos a pensar que los ántropos ya somos parte de tanto polvo acumulado en ciudades sin tierra, entonces no hay futuro para la próxima generación. Nunca vamos a pertenecer realmente a este mundo. Nuestro pies crujen cada día. No hay pastillas ni plantillas ortopédicas que puedan impedirlo, porque son nuestras almas que claman por volver a sentir las raíces, estrujar los dedos en el pasto de verano y dormir en plena oscuridad, excepto por la luz de las estrellas... Jamás vamos a poder acostumbrarnos a tanto ruido, a tantas luces, a tanta soledad. Si seguimos levantando tantas paredes por cada persona que camina por este mundo, ¿cómo vamos a acercarnos los unos a los otros? ¿Cuándo se volvió más placentera la soledad?

Todo tiene un tiempo bajo el Sol

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