Una señora y su niño caminan por el centro.
En la vereda están reparando el desagüe público, hay un gran hoyo y un hombre está taladrando ruidosamente las baldosas.
-Mamá ¿qué hay abajo de la vereda?
-cuidado con ese agujero, mirá que ese señor está trabajando y no te escucha... correte! veni: vamos ahí a mirar los precios...
-Mamá ¿qué hay abajo de la vereda?
-ehmmm... cemento
(el taladro)
-¿Y más abajo?
(el taladro)
-No sé, hijito, más cemento supongo
-¿Y abajo del cemento, qué hay?
-Y... piedras, claro!
-¿Y más abajo?
-¡Nada nene! NADA. Caminá que mamita quiere ver esa vereda.
3 comentarios:
Me hiciste acordar a Truman Show. "No hay nada para descubrir, Magallanes ya descubrió todo el mundo".
De chicos nos enseñan a no pensar, que lo urgente la gane a lo importante. Gracias a Dios por Kierkegaard y su angustia.
Nada. Es esa nada la que nos atrae y nos angustia. No criticaría yo la postura de una madre (o de un padre) ante La Pregunta, que más tarde o más temprano han de lanzar los hijos.
Yo, al menos, intentaré enseñar a pensar a los míos. Y qué duro será.
me gusto la foto tuya, si es que sos vos, me gusto el trabajo que le hiciste, la otra tambien esta buena, pero me quede con esa imagen... como estas? no volviste por el ar... en fin, espero que estes bien, te mando un beso, javis
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