martes, 17 de mayo de 2011

No te rompas, Máscara

La máscara tiene grietas. Siempre las tuvo, pero no se notaban. Ahora no puedo ocultarlo, un observador curioso y decidido puede verlas, y ya existe uno que las contempló. Por más que me asomé y mostré una pequeña parte de mi rostro ante la luz que me obligaba a revelarme,no me hizo sentir mejor. Anoche todo estaba bien, y hoy no. Me niego a reconocer que estoy equivocado, este carnaval, oscuro y tentador, no se termina; las cosas pueden funcionar a mi manera. Soy obstinado, terco, cabeza dura, orgulloso y cabrón. No me enorgullece, ni avergüenza, es sólo lo que es. Por primera vez contemplo el miedo de mirarse al espejo, pero hacerlo realmente. No digo contemplar simplemente el reflejo del cuerpo, sino observar ante un cristal mágico de antaño cómo nuestra esencia, nuestro ser en su forma completa se muestra ante uno. Todavía no es mi momento, pero se acerca. Ronronea debajo de la máscara, porque ambos sabemos que todo va a estar bien.
Además, la sonrisa me queda bien, ¿no?

1 comentario:

Unknown dijo...

...porque este carnaval tramposo, laberíntico, abre su puerta invitándote afuera y ni bien transitas dos pasos más allá te encontrás con otra mascarada... porque el carnaval nació de un barrio donde las lamparitas titilaban a falta de luz buena, y allí entremedio de la sombra y la iluminación nacía un canto de pierrot, una grito en la garganta muda, que s como una lágrima negra e imposible, se escapaba de la mirada taciturna... corriendo el blanco del antifaz, corrompiéndolo. Sentimientos espurios: bienvenidos sean a este mundo patas para arriba!