domingo, 22 de agosto de 2010

Sábado de mayo (22:18)




Por la noche la poesía
es atroz
(y aún no son las doce)
como ya devoré todos los fósforos
tendré que cenar calabazas.

Ahora sí espero algo que me sacuda
el cuerpo, las manos
después de ver a la distancia
esta mesa revuelta de libros,
sólo me queda aire para amar.

Los pies atados a la cama
y la luna que se pasea
burlándose de mí
de esta cabeza encerrada.

¿Encontraré la llave antes de que desaparezca la carroza?

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