viernes, 23 de noviembre de 2007

Esbozo de autoretrato


Ubicado por fundamentalismo en la barbarie -y a mucha honra- mi presente se configura en ese espacio de enunciación heterogéneo que ocpuan mis 23 (casi 24!) años de experiencia bajo el yugo del reloj a cuerda.
Mitad ñona mitad fiestera, me convierto en una monstruosidad frankesteiniana de origen incierto. Mi creador es un sujeto múltiple y repleto de contradicciones: padres arquitectos y cordobeses (una madre humanista que me enseñó a sembrar jardines y un padre con fantasías de revolucionario que me legó el espíritu libertario).
Tres hermanos únicos e increíbles (una hadita pequeña y traviesa, un sensible álamo-poeta y una tristefelíz hermana-pez), que me extrañan y los extraño, y tengo un inventario infinito de momentos bellos para mantenerlos cerca siempre.
Amigos de todos los colores, mutantes, extraterrestres, que van y vienen y por suerte siempre hay.
La Institución Universitaria, el inicial motivo de mis últimos años en la torcida ciudad diagonal, se encarga de escriturar mis ideas y de transplantar signos de interrogación a mi constante descubrimiento del mundo. De hacerme antropofágica poco a poco.
La murgosfera de purpurina que me enseñó a volar entre los edificios...
La Casa Hippie que está llena y vacía, me acompaña y me olvida, me importa y no. Cíclicamente fiesta y estepa.


Resultado: un patchwork de artsistas salvajes e indecisos que rematan pinceladas y retoques constantemente.
Amante del amor pero irremediablemente soltera.
Pongo a mi disposición la elasticidad del tiempo pero lo uso todo para los demás, y cuando me tocaba a mí, suena la alarma del despertador y me vuelvo postergable.
Y La Colombina... ése es mi yo-espejo. Es la muchacha de buen porte, exitosa y despreocupada. Es quien enamora a Pierrot perdidamente, pero se escapa en los carnavales con un ocasional Arlequín.



Finalmente; no hay en verdad ningún Pierrot cuando se baja el espejo y si figura algún Arlequín en la diatriba seguramente ni se enteró de mi colombina situación.

3 comentarios:

Alicia Pez dijo...

te faltó decir que sos una artista innata aunque no le dediques demasiado tiempo; que sos íntegra como pocos, que dormís en camisón largo hasta el suelo, que sos la más bonita de las bonitas, que cuando reís mucho te salen lágrimas de cocodrila y eso que no tenés cosquillas, que tu inteligencia brilla y no por su ausencia, y que tu hermana-pez tristefelíz te ama como a nadie!!

Hermosa!

(y sabés que podría seguir...)

Berrysand dijo...

Pierrot!!!! qué recuerdos me trajiste!!!!





cuando leía era como suponiendo cada palabra, era como si en el segundo antes de leerlas..ya estaban llegando...

era como si lo intuyera todo...

muá!

Fernando García Pañeda dijo...

Me parece un esbozo lleno de detalles. El retoque constante me parece un signo vital más que admirable.