Letras partidas a cuchillo, sangrantes sobre una tabla virtual. Cáscaras de remolacha, semillas y frutas danzando circularmente en las manos... incluso fuera de nuestros propios bordes, los sabores se desparraman por la mesa e invaden con su aroma el resto de las habitaciones
sábado, 15 de agosto de 2009
Busco la música entre las hojas...
Busco la música entre las hojas
pero el amarillo del otoño no arranca más que
una sonrisa
Busco en la luz que entra por la ventana
llega hasta la mesa
pero no entibia más que
el mate mañanero
Busco en la heladera y en los frasquitos
pero todo suena a motor
no engaño -ni siquiera-
al estómago.
En la campanita de la puerta,
en el winamp, en la gotera,
en el contestador y hasta
en mi nariz
busco
pero nada
suena verdadero.
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4 comentarios:
A veces, es más fácil buscar la música que proviene de nuestro interior, en el centro del alma, porque al fin y al cabo la única música que puede llegar a completarnos es la que está detrás de nuestros ojos.
Me encanta tu forma de escribir, mi hermanita Naranjanita Ovejera
Talvez todos esos sean sonidos de de una gran melodía que puede ser escuchada cerrando los ojos o abriendolos muy bien.
Luego somos ritmo, Sinergía de esa gracia, siempre algo más que la suma de los elementos. Propiedades emergentes.
Cada palabra y su comentario tiene la magia de Ser el susto que quita el hipo que nos da tanta existencia.
Abrazo del Mar y Anita
Creo que, posiblemente, la música nunca es verdadera; es un estupefaciente. Como la poesía, la pintura, el amor.
¿Y qué importa?
Somos nosotros mismos quienes les conferimos su timbre, su tono.
Un saludo de nuevo, Colombina.
...tanta existencia que nos apabulla a veces, es la misma tanta que a veces nos aflora de la mirada, de nuestro mismo flujo y ritmo. Nada suena verdadero, porque todo es verdadero desde los ojos.
Sólo siento que a veces el engaño nos empaña un poco...
aunque -como una droga- pido siempre más! y más!
y no me arrepiento!!!
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