
¡¡¡Basta de Off y de vacuna antigripal!!! Mejor vengan a hacerme un lavaje de cerebro, quiten(me) toda esta (in)cultura de encima. Basta de enredar mi cuerpo en esta ilusión (pos)posmoderna. Por favor, quiero que mi cuerpo des-aprenda sus hábitos, que los pies dejen de caminar como siempre, con los brazos colgando a los costados, con las zapatillas acordonadas. Basta de andar como zombies por la vereda, mejor vamos a caminar sin-sentido por las calles, por la (uni)ciudad.
Viene flotando el olor a muerte desde la cima de las montañas… ¡¡¡basta de taparme la nariz con perfumes importados!!! Mejor hundan mi cara en la podredumbre, así podré gritar más fuerte cuando me libere. Basta de ensartar mi tiempo en esta fantasía de Dignidad y Trabajo. Por favor, quiero que mis lágrimas reboten en el fondo, que mi cuerpo caiga más profundo que mis ideas, así deja de sostener (a) todo lo de arriba. Basta de rodillas que tiemblan por la carga, mejor vamos a volar sin-sujeción por las calles, por la (des)igualdad.
La piel supura hedor cotidiano. ¡¡¡Basta de pisar cabezas para conseguir papeles!!! Mejor gasten mi dinero en flores y en comida de algún niño moribundo. Mejor quemen mi curriculum vitae y miren mis ojos para conocerme. Basta de dibujar medallas en una libreta de estudios de esta s(u)ciedad razonable. Por favor, quiero que mi palabra valga tanto como una sonrisa… y viceversa, así dejamos de pretender que sabemos y des-decimos el poder de todo lo dicho. Basta de agregar ladrillos dia-a-dia a los pilares del (uni)verso matutino, vespertino, nocturnino y otros -inos que te encajan por TV.
¡¡Basta de que nos baste con su palo sobre nuestros segundos, con su pie sobre nuestros relojes, con su razón sobre nuestras rodillas!!
Mejor quiten(me) los botones, las palancas y los tornillos; así ando floja por el camino de encontrarme y dejo de comerme a mi misma, perdida en esta jungla que se devora mi tiempo y mis manos vacías. Basta de la cinta transportadora y de andar luchando a ciegas en esta escuela hambrienta de vida, mejor vamos a tropezarnos y a dejar este insomnio, donde la sonrisa no compra ni siquiera los sueños.